Zirconio: Despídete del metal

Últimamente se está hablando mucho del zirconio, ¿sabes por qué? Pues porque es el futuro de la odontología. Las sonrisas marcadas por el metal son cosa del pasado, ahora hay una alternativa con muchas ventajas, más allá de la estética. ¡Quédate a leer nuestro artículo y descubre cuáles son!

Es en odontología donde vemos el uso de esta novedosa cerámica, sea a través de restauraciones de coronas individuales o de prótesis fijas. Este pequeño milagro tecnológico está cobrando cada vez más fuerza, y no sin motivo: Su color es más natural y no afecta al sabor de la comida que masticas. Sin embargo, son las propiedades mecánicas las que marcan la excepcionalidad de este material.

Una de las causas más comunes de rotura de materiales es la aparición de grietas. Éstas se extienden a velocidades casi imperceptibles, debilitando al material poco a poco, hasta que no puede cumplir la tarea para la que se le diseñó y se rompe. Puedes encontrar ejemplos en arquitectura, en reactores nucleares y hasta en aviones: Todos ellos potenciados por factores un poco distintos, pero con un origen común, las grietas. Además, la aparición de grietas es en gran medida inevitable, una de las estrategias más comunes es calcular cuánto tardaría el material en romperse, hacer revisiones, y cambiarlo mucho antes.

En el sector de la odontología hemos dado un paso en la dirección correcta gracias al zirconio, porque este material aumenta su resistencia cuando aparece una grieta, evitando que crezca, que pierda su resistencia y que se rompa antes de lo que debe. Si a esto le añadimos que el zirconio es una cerámica con una resistencia extraordinaria, es fácil entender por qué este material está revolucionando el sector.

Sin embargo, las ventajas de este material no acaban con su resistencia. Al ser una cerámica, el zirconio aísla térmicamente la encía, evitando que el frío o el calor se “pasen” a ella al masticar. Puedes despedirte de la sensibilidad al frío o al calor. Suena bien, ¿verdad?

Además, como ya adelantábamos antes, el zirconio permite realizar rehabilitaciones de alto acabado estético. Esto se debe a que su color blanco es muy similar al de los dientes; en ningún caso vas a encontrar la franja gris metálica que podía verse en las coronas realizadas con metal.

Por último. Esta cerámica tiene una biocompatibilidad mucho más alta que los materiales tradicionales, así que reduce drásticamente la posibilidad de un rechazo.

Hay motivos de sobra para dejar atrás al metal y coronar al zirconio como el nuevo aliado de tu sonrisa. Si todavía tienes preguntas o dudas al respecto, no dudes en venir a alguna de nuestras clínicas a consultarlas.