La apnea del sueño es un trastorno que sucede durante los momentos de descanso que, con
tantas ganas solemos esperar al final del día.
Los ronquidos ruidosos acompañados de largas pausas respiratorias de más de diez segundos,
son comunes en pacientes con este problema. Se pueden acumular más de 200 interrupciones
durante toda la noche y provocar así, que órganos y tejidos dejen de recibir el aporte de
oxígeno necesario.
La apnea del sueño es un problema grave y puede derivar en diferentes dolencias como
fuertes dolores de cabeza, enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial, entre otras.
¿Cómo puedo saber si padezco apnea del sueño?
El 80% de las personas que sufren hipoxia intermitente lo desconocen. Sin embargo, podemos
sospechar si nos encontramos especialmente cansados durante el día y la somnolencia es algo
habitual. Empeoran los reflejos, cometemos ciertos errores propios de la falta de
concentración y aumenta el número de accidentes domésticos o de tráfico. Puesto que no
hemos podido disfrutar de un sueño suficientemente reparador.
La apnea afecta a personas de cualquier edad, aunque hombres de más de 40 años y con
sobrepeso son más proclives a desarrollar el desorden. Así mismo, los pacientes con amígdalas
especialmente grandes, una lengua larga, mandíbulas pequeñas, obstrucciones nasales debido
a un tabique desviado, alergias o con un problema sinusal, conllevan mayor riesgo de
padecerla.
La apnea del sueño también tiene un componente hereditario, por lo tanto, si cuentas con un
historial familiar, el riesgo será mayor.
Hay dos tipos principales de apnea:
1. La apnea obstructiva (más común).
Derivada del colapso en el tejido blando de la parte trasera de la garganta. Provoca el bloqueo en la circulación del aire mientras se duerme.
2. Apnea del sueño central (puntual).
Este tipo de apnea es el resultado de cierta incapacidad
del cerebro a la hora de indicar órdenes a los músculos de la respiración. Acompaña a fallos
cardiacos, tumores cerebrales, infecciones o derrames cerebrales.
Los tratamientos
La apnea tiene curación. Acudiendo a la unidad del sueño de tu clínica dental para así, poder
realizar un estudio en el que medir la cantidad de oxígeno inhalada durante el sueño, la
duración, el número de las apneas y así evaluar perfectamente, la gravedad del caso.
Si notas algunos de los síntomas descritos anteriormente, no lo dejes pasar y reserva una cita.
Si no es tratada a tiempo, la apnea puede derivar en una serie de problemas más graves de
salud, entre ellos:
• alta presión arterial
• derrame
• fallos cardiacos, latidos irregulares y ataque cardíaco
• diabetes
• depresión
• deterioro del ADHD
La mayoría de los casos pueden tratarse con un dispositivo de avance mandibular y el uso de
una férula. Sin embargo, existen varias opciones de tratamiento en función del caso, que
especificamos a continuación:
• Ajustar los hábitos del sueño: esto puede implicar sencillamente que no duerma sobre
la espalda
• Aparatos bucales: dispositivos bucales pueden mover y sujetar la mandíbula a fin de
evitar que la vía respiratoria se colapse.
• Presión del aire positiva continua (CPAP): un dispositivo que suministra aire con cierta
presión a través de los tabiques nasales para mantener la vía respiratoria abierta
mientras se duerme.
• Cirugía: Para los casos más graves existe la cirugía en la vía respiratoria superior. El
procedimiento podrá ser mínimamente invasivo o más complejo. Así mismo, puede
que sea necesario eliminar las amígdalas u otras partes del paladar blando o de la
garganta.